Si usas BIM todo es diferente

Hasta ahora el uso de los distintos software se establecía como apoyo a los métodos de progreso en la edición de los proyectos. Utilizábamos editores de texto para escribir las memorias, utilizábamos programas de mediciones para elaborar los presupuestos y utilizábamos programas CAD para editar los planos correspondientes, pero no había una interrelación entre ellos. Si modificábamos un concepto, debíamos ir a cada uno de los documentos para cambiarlo.

Cuando utilizamos BIM lo que ocurre es diferente, todo los elementos del proyecto se encuentran en una única base de datos y tienen además adjuntos todas las características necesarias para su correcta definición, es lo que se define como un diseño paramétrico.

Esto es perfecto y nos ayuda de una manera importante en los procesos de redacción de los proyectos, pero también nos abre una serie de nuevos problemas que anteriormente ni se nos habían planteado.

¿Para qué usamos BIM?

Comprendemos que cada agente que interviene en el proceso, tiene una forma y un desarrollo de su trabajo diferente, no tiene nada que ver el proceso de proyectar de un arquitecto con el proceso de cálculo de la estructura de ese mismo edificio o del cálculo de cada una de las instalaciones del mismo. Incluso es normal que cada uno de ellos utilice un software distinto ya que los procesos son totalmente distintos.

Llegamos a que el uso de diferentes software no nos permitiría una coordinación, es decir, la unión entre todos los modelos para tener una visión conjunta del edificio antes de su construcción, para entender y buscar los conflictos, para programar los procesos constructivos buscando una optimización de los recursos. Si no podemos hacer todo esto. ¿Para qué usamos BIM?

La solución a esta cuestión está en el uso de formatos estándar, en los que podemos transformar nuestros archivos y luego coordinarlos con los archivos de los distintos agentes.

Para que esto fuera posible se creó la BuildingSmart, que es una asociación sin ánimo de lucro de todos los desarrolladores de software que trabajan en plataformas BIM; para crear un estándar de fichero y que cada uno de los desarrolladores se comprometieran a exportar sus archivos en ese estándar en las condiciones más propicias para el desarrollo del proyecto.

El Estándar IFC

De esta manera se estableció el estándar IFC, que no es sino un archivo compatible entre los distintos programas BIM, que permite lo que se denomina la interoperabilidad, que es la capacidad de adicionar todos los modelos emitidos por los distintos agentes del proceso, para que en unas condiciones homogéneas crear un modelo conjunto en el que cada uno de los procesos adquiera la importancia precisa.

El archivo IFC no es más que un archivo de programación genérico con la capacidad de ser editado, leído y transformado en el software nativo por parte de todos los software que forman la BuildingSmart, para ello dicha asociación certifica en los distintos programas dichas capacidades. Además es un formato abierto, es decir se puede programar, abrir y reformular sin ningún tipo de impedimento legal, de tal manera que no es necesario para ello tener ninguna licencia de software de ningún tipo.

Esta imagen pertenece a BuildingSmart – www.buildingsmart.es

El Formato IFC en la Actualidad

Actualmente el formato IFC tiene un enemigo poderoso, que son las grandes desarrolladoras de software, estas empresas desarrollan distintos programas para cada uno de los agentes y de esta manera la integración es mucho más efectiva, porque se ha tratado desde dentro.

Por otra parte, se persigue que los formatos de tipo abierto sean compatibles con el mayor número de programas, de tal manera que la propia BuildingSmart tiene una certificación para los distintos software y no permite el uso del anagrama sino se ha certificado anteriormente.

La estructura de un archivo IFC, puede parecer compleja, pero no lo es tanto si pensamos en cómo funciona un modelo BIM.

Por un lado tenemos que todos y cada uno de los elementos del modelo pertenecen a un conjunto, en Revit los llamamos categorías, en el caso de IFC se denominan IFCClass. 

Esta imagen pertenece a BuildingSmart – www.buildingsmart.es

Por otro lado los diseños paramétricos, lo son porque cada elemento tiene asociado una serie de información, que lo hace único y que lo relaciona con los demás, dicha información esta agrupada en parámetros, estos parámetros se mantienen en el IFC y nos permite incluir dentro del modelado toda la información necesaria, esto está relacionado con la programación orientada a objetos.

Si entramos dentro de un archivo IFC, fácilmente editable mediante el block de notas de Windows, vemos que el archivo es parecido a una programación. Es verdaderamente importante considerar el archivo IFC más cercano a la programación computacional que a la industria de la construcción. Esto quiere decir que por fin hemos conseguido integrar todo el potencial de los ordenadores en el proceso constructivo.

Para que los archivos IFC no sean excesivamente grandes con información innecesaria para el tipo de trabajo que vamos a desarrollar con él, se establecen lo que se denomina vista de modelo (MVD). Se establecen un grupo de opciones preestablecidas para que la información sea la estricta al uso que se le va a dar, de tal manera que independiente del software de edición, si se ha utilizado la misma vista de modelo los datos exportados a IFC son homogéneos.

En el curso online de IFC incluido en el Máster BIM Online estudiaremos cómo funcionan los archivos IFC, su composición, como es el mapeo de Clases y cuáles son las vistas de modelo más utilizadas.

Artículo escrito por:

Javier Manuel Oliva

– BIM Manager

– Coordinador BIM

– Arquitecto